jueves, enero 19, 2012

Esperanza verde


Atlético Nacional contrató 15 grandes figuras para atender los torneos locales y la Copa Libertadores. ¿Dará resultado esta apuesta de más de $15.000 millones?

Después de una campaña desastrosa en el torneo del segundo semestre del año pasado, donde no logró clasificar entre los 8 primeros, el Atlético Nacional –que pertenece a la Organización Ardila Lülle– busca retomar el rumbo deportivo y, sin haber empezado siquiera el campeonato local, ya sacudió los cimientos del fútbol profesional colombiano.

Como no se veía desde la época de Eldorado –a mitad del siglo pasado, cuando llegaron grandes figuras procedentes del fútbol argentino–, el Nacional contrató 15 grandes jugadores, encabezados por Macnelly Torres, Luis Fernando Mosquera, Johan Fano y Cristian Tula, entre otros.

Juan Carlos De la Cuesta, presidente del Atlético Nacional, explica que los recursos provienen del anticipo por cinco años del patrocinio que Postobón le entrega al equipo. “En lo deportivo queremos un retorno a la inversión con títulos para la afición. A futuro, queremos incrementar el patrimonio del equipo y capitalizar no solo a los jugadores que traemos sino a los que ya están”, señala.

Aunque De la Cuesta mantuvo en reserva el valor de la inversión, algunos cálculos podrían dar luces sobre su tamaño. Equipos de primer nivel en el fútbol colombiano reciben de sus patrocinadores recursos anuales entre $3.500 millones y $4.500 millones y Nacional solo tiene como patrocinador a Postobón.

Bajo un escenario conservador de un presupuesto anual cercano a los $3.000 millones, las inversiones podrían superar los $15.000 millones (cerca de US$8 millones). Solo para dimensionar el tamaño de la operación, basta recordar que cuando Macnelly Torres salió rumbo a México, a mitad de 2011, precisamente del Nacional, la transacción se acercó a los US$2,5 millones y que el San Luis –club en el que militaba el jugador– puso como condición del traspaso la compra de los derechos deportivos por parte del equipo colombiano. Los otros derechos deportivos adquiridos por el equipo paisa fueron los de Alexis Henríquez, Alex Mejía, Jhon Valoy, Juan David Valencia y Luis Fernando Mosquera.

Si bien las cifras no corresponden a las grandes transacciones que se hacen en el fútbol europeo e, incluso, en mercados como el brasileño o el argentino, para una plaza como la colombiana, acostumbrada a sobrevivir a punta de trueques y cambios de jugadores entre los equipos, el movimiento es gigantesco.

Todo indica que la movida complementa la estrategia de la Organización Ardila Lülle dentro de su apuesta en el fútbol profesional colombiano, en donde otras de sus empresas ya se la están jugando a fondo. Postobón patrocina los torneos de la Dimayor y el Canal RCN tiene los derechos exclusivos de transmisión de la Liga en televisión abierta.

Esta apuesta del Nacional llega en un momento en que acaba de transformar su estructura jurídica. Desde diciembre pasado dejó de ser una corporación deportiva y, como lo permite el cambio en la ley, se convirtió en una sociedad anónima cuyos accionistas son –en partes iguales– Postobón, Gaseosas Lux, Gaseosas Hipinto, Gaseosas Colombianas y Gaseosas de Córdoba, todas ellas pertenecientes a la Organización Ardila Lülle.

Sin embargo, está descartado –al menos en el corto plazo– cotizar sus acciones en la Bolsa. “En el momento no estamos pensando llegar a Bolsa. Es una posibilidad que está sobre la mesa si se requieren recursos. No obstante, la idea de la Organización es conservar la titularidad del Atlético Nacional”, asegura De la Cuesta.

Lo que viene
El tamaño de la inversión obligará al Atlético Nacional a ajustar sus finanzas. En promedio, los ingresos del equipo corresponden en 7% a la televisión, 54% a la actividad comercial (patrocinio y merchandising, este último no llega a doble dígito) y 39% a la explotación comercial del estadio y las taquillas. Cuando se dan ventas de derechos deportivos de jugadores, estas pueden llegar a pesar 20% de los ingresos.

Pero, el anticipo del patrocinio por cinco años podría generar inestabilidad en los ingresos futuros del equipo y tendrá que compensarla con otras. En ese sentido, ya se vienen dando cambios. Los recursos provenientes de la televisión este año pesarán para Nacional casi el 15%, gracias a las nuevas negociaciones que alcanzó la Dimayor con RCN y DirecTV.

En el campo de las taquillas espera pasar de un promedio de 15.000 aficionados por partido –que tuvo en el segundo torneo de 2011– a 25.000 y valorizar a sus jugadores, pero es clave que lleguen resultados deportivos exitosos rápidamente. “El Nacional tiene hoy los mejores hombres casi que puesto por puesto en el fútbol profesional colombiano. El gran reto es convertirlo en una orquesta armoniosa. Contando no solo los jugadores que llegaron sino también los que ya tenía, puede tener 25 figuras de alto nivel, pero solo 11 saltan a la cancha. Manejar sus personalidades y expectativas va a ser un enorme desafío para la parte administrativa, pero especialmente para la dirección técnica”, dice el presidente de uno de los equipos de fútbol en Colombia.

Otro de sus colegas considera que en el campo económico la apuesta podría cuadrar si logra alcanzar los objetivos. “Si llena el estadio en cada partido de la Libertadores hasta llegar a la final, el Nacional puede obtener taquillas superiores a los $1.000 millones en cada encuentro que sumados a los ingresos que entrega la Conmebol por avanzar en cada ronda, podría permitirle un éxito económico, sumado a que tiene una afición que lo acompaña. Pero todo dependerá de los resultados deportivos”, señala.

Nacional transformó este año la dimensión de los negocios en el fútbol en Colombia. Sin embargo, el reto deportivo es crítico para potenciar esa inversión. Ese sería un verdadero golazo.

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