60 años de mi amado club... el club colombiano mas reconocido a nivel internacional !!!
Por
Wilson Díaz Sánchez
Medellín
Después de muchos años volvieron a encontrarse en la ciudad que los acogió y convirtió en ídolos. Los reunió Atlético Nacional en la celebración de sus primeras seis décadas de vida, en un gesto que ellos agradecen porque les hace sentir que fueron valiosos para el club más laureado de Colombia.
Representantes de distintas generaciones, con el color verde en común, compartieron anécdotas, se abrazaron y expresaron admiración mutua.
Raúl Navarro, Víctor Campaz, Eduardo Retat, César Cueto, Guillermo La Rosa, Luis Fernando Chonto Herrera y Luis Carlos Perea, entre otros, comparten desde ayer el mismo sitio de "concentración" en el Hotel Casa Victoria, en el sector de El Poblado, y anoche disfrutaron de la gala en el edificio Coltejer, a donde asistieron los gestores de los ocho títulos del club en el torneo colombiano y los cinco internacionales.
Había que ver la emoción de Raúl Navarro al reconocer a Víctor Campaz quien, a pesar de su limitación en la pierna izquierda por causa de un accidente del que se recupera, llegó en muletas a la cita acompañado por el samario Eduardo Julián Retat, quien logró dos títulos con la camiseta verde.
Y como por intuición, los tres se trasladaron al 6 de abril de 1975, cuando Víctor Campaz silenció el estadio Belho Horizonte de Brasil con un golazo: "Retat me pasó el balón en la mitad de la cancha y con gambetas eludí a seis o siete jugadores, luego me saqué al arquero y antes de llegar al arco paré. Miré a la tribuna y los compañeros me gritaban que la metiera. Y de tacón la metí... es un recuerdo muy lindo".
La imagen hizo brillar los ojos del vallecaucano a quien de inmediato Navarro le comentó que si ese gol hubiese sido en esta época de la tecnología y la televisión, "tendría la misma vitrina que el de Maradona o el reciente de Messi con el Barcelona".
Nacional, que a los 10 minutos perdía 0-2 con Cruzeiro por la Libertadores, finalmente ganó 3-2 en otra de sus grandes gestas internacionales, como el título del certamen continental en 1989 que en esa ocasión tuvo como héroes a René Higuita, Leonel Álvarez, Andrés Escobar y Perea, entre otros.
El zurdo de oro
¡Hola, maestro! Los brazos gruesos de Luis Carlos Perea arroparon la figura del peruano César Cueto, en un saludo de viejos amigos.
No jugaron juntos en Nacional, pero son de la misma familia. El fútbol los reunió un día en Estados Unidos y desde allí nació su amistad, además de los lazos que unen a quienes han defendido la divisa paisa.
Entre sonrisas hablaron del verde, de la invitación y de este cumpleaños 60 del club que jamás olvidarán.
Quienes vieron jugar a Cueto con los verdolagas añoran su talento, la magia de su pierna zurda que enloquecía a los volantes de contención y que además de pases de gol, era contundente en los tiros libres.
En tono pausado, el volante creativo encontró una "ciudad hermosa, como siempre... Yo vine acá a jugar lo que me gusta que es el fútbol y me encontré con gente que me trató muy bien durante seis años".
Luego de retirarse de la competencia, Cueto se unió a su amigo Guillermo La Rosa y crearon, hace 14 años, un semillero de fútbol con más sentido social que deportivo.
Del Tanque La Rosa aún queda su gran figura, que ahora observa a través de sus gafas. Al igual que sus compañeros veteranos y jóvenes, está feliz con esta celebración que continuará mañana en el Atanasio previo al partido con América.
La opinión de las figuras del ayer
Víctor Campaz, “Esta invitación que me hizo Nacional para venir es muy gratificante porque todavía se acuerdan de mí, de lo que fui en el mejor equipo que estuve... Lo que hice en el fútbol no lo cambio por nada”.
Eduardo Julián Retat, “Encontrarse uno con gente que de pronto no la vuelve a ver nunca más, es una gran oportunidad y por eso cuando me invitaron dejé todo tirado. Nacional es un equipo distinto, grande, tiene otra etiqueta”.
César Cueto, “Pasa el tiempo como Dios quiso y uno dice qué bonito será retroceder, haberme quedado por acá más tiempo. Jugué disfrutando cada día y si eso sirvió para que mucha gente me recuerde ahora, yo soy súper feliz”.
Guillermo La Rosa, “Mi mejor recuerdo es el cariño y el aprecio de la gente de la ciudad de Medellín... El título que conseguimos en 1981. Fueron muchas cosas maravillosas con mi familia, acá crecieron mis hijos, todo resultó maravilloso”.
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