jueves, diciembre 20, 2007

Con la décima estrella de Nacional, Óscar Héctor Quintabani llegó a su tercer título como técnico

Diciembre 20 de 2007

Con la décima estrella de Nacional, Óscar Héctor Quintabani llegó a su tercer título como técnico

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Foto: Fernando Ariza / EL TIEMPO
Quintabani celebró junto a su familia un nuevo éxito en el fútbol colombiano.

Los números avalan exitosa la campaña de Nacional durante 2007, pero el equipo se enfrentó a algunos problemas en lo futbolístico y con el tema arbitral. Sobre esto habló el técnico campeón.

Óscar Héctor Quintabani tiene este diciembre una sonrisa diferente. Sin duda este ha sido su año más exitoso en el tema profesional, se consagró como bicampeón con Atlético Nacional e inscribió su nombre entre los técnicos más gloriosos de la rica y amplia historia del equipo antioqueño.

El miércoles, ante La Equidad, los verdes llegaron a su décimo título en el fútbol colombiano; en los dos últimos, Apertura y Finalización 2007, tuvieron al colombo-argentino Quintabani como técnico, el mismo que en el Apertura 2006 se había proclamado campeón con el Deportivo Pasto.

Después de celebrar en la noche de miércoles y madrugada de jueves, sin la euforia de la victoria reciente y próximo a reunirse con el Comité Técnico de Atlético Nacional, todo con el fin de analizar la exitosa campaña, calificar jugador por jugador y planear la campaña de 2008, el estratega respondió unos interrogantes de EL TIEMPO.

Profesor Quintabani, sumó tres títulos en menos de dos años, ¿se había imaginado unos momentos de tanta gloria deportiva?

Uno siempre sueña con esto, se proyecta positivamente en el tiempo para cumplir con lo que uno quiere, con los deseos propios. Siempre trato de tener equipos con metas y por ello, y gracias claro está a la labor de jugadores y directivos, conseguimos un año magnífico.

En el caso específico de Nacional, usted siempre ha alabado la labor de sus jugadores, ¿pero cuál fue la clave para los resultados obtenidos?

Empezamos por poder escoger las personas que necesitábamos y tener la idea clara de lo que se quería. Para uno como cabeza de grupo es muy importante y muy gratificante cuando los resultados se dan. Hay que saber escoger los jugadores, primero personas y después futbolistas, además hay que tener prudencia y capacidad, es ahí donde aflora la idea de no tener límites. Entre todos montamos un compromiso para no desfallecer nunca, para competir internamente. Todas esas son las posibilidades que engrandecen el grupo, que enseñan a resolver los momentos difíciles y saber enfrentar los nuevos objetivos.

'Un año magnífico'

Para este ex arquero del fútbol argentino y colombiano, que se radicó en Colombia y tiene ya varios descendientes nacidos en estas tierras, en el año entrante no pueden cambiar sus metas.

"Este fue un año magnífico, fuimos primeros en los torneos Mustang I y Mustang II, disputamos la Copa Sudamericana, hicimos 104 puntos en el año y alcanzamos una nueva consagración. Entre 18 equipos que se preparan para quedar campeones nosotros lo fuimos dos veces. Tuvimos la mejor defensa (42 goles en contra), la mejor delantera (86), los mejores números fueron nuestros, les cogimos más de 30 puntos a los otros equipos (24 a Cúcuta y 36 a Boyacá Chicó). Se igualó una marca en la que yo también estuve presente: la de 104 puntos del Deportivo Cali en 2002. Estoy muy contento por todo esto y se lo agradezco mucho a Dios", dijo Quintabani visiblemente satisfecho.

¿Cuál fue el momento más difícil en 2007 para el equipo?, ¿acaso la eliminación de la Copa Sudamericana?

Hubo momentos críticos, difíciles, pero lo más importante es tener siempre la objetividad para salir adelante. Hubo momentos críticos como la eliminación de la Copa Sudamericana pero el más difícil lo vivimos en el torneo Mustang I, cuando perdimos con Quindío, luego empatamos con el Pasto en Medellín y los resultados no se nos daban, la competencia nos apretaba pero el equipo resurgió ante Millonarios en Bogotá; Millonarios pasaba por un buen momento, le ganamos y a partir de ahí el equipo creció.

Y en el tema de los favores arbitrales, usted manifestó que 'nadie nos regaló nada', ¿cómo vivieron ese momento?, ¿afectó mucho al equipo?

Nos afectó pero no en el rendimiento sino en que nos sentimos ofendidos. Algunos salieron a ofender a una institución, a un cuerpo directivo, a los jugadores y al cuerpo técnico, a los que dirigimos. Algún o algunos idiotas útiles salieron a desestabilizar el grupo, no se midieron las consecuencias y querían con eso manchar el trabajo y lo que hace el equipo. Por suerte casi el ciento por ciento de los partidos de Nacional fueron televisados y la gente tiene la información para no creer en este tipo de comentarios de idiotas útiles que lo único que hicieron fue molestar.

Y ya pasado esto, lo bueno y lo malo, ¿qué planea para 2008?

Ya llegamos a un punto importante, hay que mirar qué sigue, otros objetivos, la Copa Libertadores y el torneo Mustang I. El equipo viene madurando y cuando uno es competitivo tiene que tener fe, confianza en el equipo y paciencia. Así los logros van a seguir llegando.

Felipe Sosa Vargas
Para EL TIEMPO
deportes@eltiempo.com.co



El mejor Nacional que yo vi (opinión)

El mejor Nacional que yo vi (opinión)

Gabriel Briceño

Fue el que ganó el torneo colombiano de 1991, cuando Hernán Darío 'Bolillo' Gómez se 'destetó' como técnico y tenía un ataque comandado por la mejor versión de Faustino Asprilla y Víctor Aristizábal.

Ese Nacional jamás se borrará de mi memoria. ¡Era una máquina! Y de ñapa, daba un gran espectáculo. Recordémoslo: Ómar Franco era el arquero: Luis Fernando 'Chonto' Herrera, Andrés Escobar, Giovannis Cassiani y Gildardo Gómez conformaban la defensa; Gabriel Jaime 'Barrabás' Gómez, Herman 'Carepa' Gaviria (q.e.p.d.), Mauricio Serna y Alexis García poblaban el medio campo; Faustino Asprilla y Víctor Aristizábal eran los delanteros INAMOVIBLES en la titular.

Eso sí, había grandes ausentes. René Higuita, el arquero símbolo de esa época, jugaba en el Real Valladolid de España con Carlos el 'Pibe' Valderrama y era dirigido por Francisco Maturana; León Villa había perdido el puesto con Gildardo Gómez; Leonel Álvarez había partido del Derby County inglés al Valladolid; John JairoTréllez estaba en el fútbol suizo (Zurich); y Albeiro el 'Palomo' Usuriaga había vuelto al América de Cali.

'Bolillo' tomó lo que quedó y armó un equipazo. Franco cumplió en reemplazo de Higuita, sin ser ni la mitad de lo espectacular de René. 'Chonto' y Gómez eran proyección, marca y espectáculo por las bandas; 'Carepa' y 'Barrabás' se hacían sentir en la mitad, quitaban balones como nadie y de ñapa metían goles de media distancia; 'Chicho' y Alexis eran fantasía, equilibrio, imaginación y también tenían gol. El 'Tino' y 'Aristi'... ¡genios! Entre los dos destruyeron todas las defensas rivales y marcaron los tantos decisivos para el título de ese año, el quinto de los verdolagas.

'Bolillo' era técnico 'en propiedad' por primera vez, después de haber estado a la sombra de Maturana desde 1987. Y 'la rompió'. En ese año demostró su viveza, rapidez para hacer los cambios, facilidad para 'leer' los partidos y manejo de grupo. Ahí demostró que tenía la capacidad para convertirse en uno de los mejores y más exitosos entrenadores colombianos de la historia.

Tuvo la ventaja de recibir un trabajo que venía desde 1987 y que en las divisiones menores era manejado con el mismo estilo por Juan José Peláez. Por eso fue una máquina que ganaba con suficiencia en Cali, Bogotá, Barranquilla y donde pudiera.

Lo más agradable era ver a ese Nacional que tocaba la pelota con 'caché', desde 'Chonto' en la defensa, con la elegancia de Andrés en la zaga, el pincel de Alexis en la mitad, la inteligencia de 'Chicho' para marcar y entregar la pelota. Una cosa seria era ver la sociedad 'Tino'-'Aristi': gol, toque, gambeta, velocidad y 'diabluras'.

Esa pareja histórica, la más mentada de Nacional en todos los tiempos, forjó ese año su destino: Asprilla, el colombiano más exitoso en el fútbol internacional y Aristizábal, el mayor goleador colombiano de la historia. ¡Inolvidable!

GABRIEL BRICEÑO FERNÁNDEZ
Subeditor de Deportes
gabbri@eltiempo.com.co

Gabriel Briceño